Y ahí estás otra vez.. parada frente al espejo. Te miras detenidamente... arreglas un poco tu cabello, pasas tu mano por los ojos aún dormilones, te rascas el mentón, te sacudes la flojera matutina y suspiras...
-y ahora por qué el suspiro
- no sé...
- no sabes...
- no
- tú nunca sabes nada.
- no... nunca.
Te sientas en la cama... miras fijamente la pared
- qué miras...
- nada
- ¿nada?
- no
- no me sorprende
Te paras y caminas hacia el espejo... te observas detenidamente... te buscas en él, tratas de reconocerte, pero tu imagen huye y de pronto ya no hay nada. Cierras los ojos... ahí está ¿ya la viste? está escondida detrás de ese muro de recuerdos... sigue llorando, ve con ella, tal vez necesite un abrazo...
-no
- ¿por qué?
- no es mi problema
Te das la vuelta... ¡mira! allá hay otra (raro... no hay nada alrededor de ella)... está sonriendo, la última vez que la vimos también lloraba... está diciendo algo...
-no estaba llorando, sólo se veía un poco triste, pero no lloraba... vamos a verla
Caminas hacia ella: sentada, sonriendo, mirando sin mirar... perdida en sus pensamientos... o por lo menos eso crees tú porque no quieres acercarte más, prefieres no hacerlo... ¿por qué sigues con ese miedo?
- yo no tengo miedo
- acércate entonces
- no
- por qué no
- .....
Abres los ojos y sigues ahí... frente al espejo... las lágrimas recorren tus mejillas y terminan su lenta carrera en el borde de tu rostro... estás sonriendo... sonries... ¿por qué sonríes?
-porque si
Te recuestas en la cama... tus manos se dirigen a tu cara y la oprimen fuertemente... lloras, ríes, gimes... pero ya no sé distinguir sentimientos entre tus gemidos...
- me gusta verla sonreir.
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