Y ahí estás otra vez.. parada frente al espejo. Te miras detenidamente... arreglas un poco tu cabello, pasas tu mano por los ojos aún dormilones, te rascas el mentón, te sacudes la flojera matutina y suspiras...
-y ahora por qué el suspiro
- no sé...
- no sabes...
- no
- tú nunca sabes nada.
- no... nunca.
Te sientas en la cama... miras fijamente la pared
- qué miras...
- nada
- ¿nada?
- no
- no me sorprende
Te paras y caminas hacia el espejo... te observas detenidamente... te buscas en él, tratas de reconocerte, pero tu imagen huye y de pronto ya no hay nada. Cierras los ojos... ahí está ¿ya la viste? está escondida detrás de ese muro de recuerdos... sigue llorando, ve con ella, tal vez necesite un abrazo...
-no
- ¿por qué?
- no es mi problema
Te das la vuelta... ¡mira! allá hay otra (raro... no hay nada alrededor de ella)... está sonriendo, la última vez que la vimos también lloraba... está diciendo algo...
-no estaba llorando, sólo se veía un poco triste, pero no lloraba... vamos a verla
Caminas hacia ella: sentada, sonriendo, mirando sin mirar... perdida en sus pensamientos... o por lo menos eso crees tú porque no quieres acercarte más, prefieres no hacerlo... ¿por qué sigues con ese miedo?
- yo no tengo miedo
- acércate entonces
- no
- por qué no
- .....
Abres los ojos y sigues ahí... frente al espejo... las lágrimas recorren tus mejillas y terminan su lenta carrera en el borde de tu rostro... estás sonriendo... sonries... ¿por qué sonríes?
-porque si
Te recuestas en la cama... tus manos se dirigen a tu cara y la oprimen fuertemente... lloras, ríes, gimes... pero ya no sé distinguir sentimientos entre tus gemidos...
- me gusta verla sonreir.
sábado, 30 de octubre de 2010
¿posas para mí?
El DRAE define la palabra "pose" como:
"postura poco natural y, por extensión, afectación en la manera de hablar y comportarse."
Desde este punto de vista, y aferrándonos fieramente a este criterio, cualquier comportamiento que vaya en contra de nuestra común y cotidiana forma de ser y, por lo tanto, resulte fingido, lo consideraríamos como "pose". Pero ¿cómo afirmar que en realidad se trata de una conducta contra natura? En innegable que cada hombre tiene una particular y única forma de expresión y que en la mayoría de los casos, está tendría que ajustarse al criterio de lo "normal" dentro de la sociedad en la que el individuo se desenvuelve. Afortunadamente la "normalidad" no es algo que exista en este mundo, pues desde siempre, el ser humano ha transpasado esta barrera llena de límites con el fin de poder encontrar un libre desarrollo al pensamiento y por ende, al desenvolvimiento dentro de su entorno.
Ahora bien, es este entorno el que suele condicionar la formación de la personalidad del individuo y con ello, la forma de conducirse en la sociedad. Con el paso del tiempo y las experiencias adquiridas a lo largo de la vida, el hombre cambia su conducta y evoluciona. Evidentemente la recepción que de estas experiencias se haga, son de diversa intensidad en cada sujeto, por lo que no podemos generalizar acerca de la conducta que cada inviduo forjará con la asimilación de éstas, aunque es posible intuirlas o presuponerlas; sin embargo, éstos prejuicios no tienen porqué ajustarse a la realidad, o por lo menos no íntregramente.
Entonces, no debemos enjuiciar antes de tiempo como "fingida" una conducta que pudiera parecernos aritificial sin antes ubicar en su tiempo y en su espacio al otro... siempre hay un lado oculto que de vez en cuando lucha por salir y gritarnos "¡estoy aquí y hoy no me puedes reprimir!
"postura poco natural y, por extensión, afectación en la manera de hablar y comportarse."
Desde este punto de vista, y aferrándonos fieramente a este criterio, cualquier comportamiento que vaya en contra de nuestra común y cotidiana forma de ser y, por lo tanto, resulte fingido, lo consideraríamos como "pose". Pero ¿cómo afirmar que en realidad se trata de una conducta contra natura? En innegable que cada hombre tiene una particular y única forma de expresión y que en la mayoría de los casos, está tendría que ajustarse al criterio de lo "normal" dentro de la sociedad en la que el individuo se desenvuelve. Afortunadamente la "normalidad" no es algo que exista en este mundo, pues desde siempre, el ser humano ha transpasado esta barrera llena de límites con el fin de poder encontrar un libre desarrollo al pensamiento y por ende, al desenvolvimiento dentro de su entorno.
Ahora bien, es este entorno el que suele condicionar la formación de la personalidad del individuo y con ello, la forma de conducirse en la sociedad. Con el paso del tiempo y las experiencias adquiridas a lo largo de la vida, el hombre cambia su conducta y evoluciona. Evidentemente la recepción que de estas experiencias se haga, son de diversa intensidad en cada sujeto, por lo que no podemos generalizar acerca de la conducta que cada inviduo forjará con la asimilación de éstas, aunque es posible intuirlas o presuponerlas; sin embargo, éstos prejuicios no tienen porqué ajustarse a la realidad, o por lo menos no íntregramente.
Entonces, no debemos enjuiciar antes de tiempo como "fingida" una conducta que pudiera parecernos aritificial sin antes ubicar en su tiempo y en su espacio al otro... siempre hay un lado oculto que de vez en cuando lucha por salir y gritarnos "¡estoy aquí y hoy no me puedes reprimir!
Anéctodas sobre la revolución en San Pablo Oztotepec
Dicen que en la revolución enterraban sus niños, que como veían que ya venían la revolución…bueno, éso ya no lo vi yo, me contó mi papá, les tapaban la boca a los niños pa que no los encontraran y que los ahogaban y ya nomás rascaban y que los enterraban y que las abuelitas enterraban su dinero, su metate andaban enterrando en sus terrenos… todos los que tenían dinero los andaban enterrando. Mi papá nos platica, dice que hasta los sacaban a calentar su dinero, no sé para qué, pero los tendían en un tecate… él sí todavía lo vio, nos platicaba que mi abuelita los sacaba a tender, pero cuando vino la revolución, dicen que todos andaban enterrando, todo, cuando vinieron, dicen que fueron como diez años de revolución, dicen que vinieron… ya era como monte, pero dicen que sí… hubieron muchas cosas, mi nieto apenas vio una persona muy fea de su cara, con marcas “quién era” “quién sabe qué me doy la vuelta y me echo a correr”… pero no era así persona no si se ven cosas feas en la noche.. y uno que ya no sale en la noche… Mucho tiempo estuvo solido el pueblo, no había luz, había pocas gentes… no como ahorita… ese deportivo no estaba… estaba muy sólido ahorita ya hay calles ya y todo pero antes no, nada más salía uno al campo y el campo nada más salíamos a dar de comer, pero era cómo le diré, era más tranquilo, no había nada ya no es como antes.
(narrado por la señora Alcia Solares, San Pablo Oztotepec, Milpa Alta)
El temazcal
Cuando se aliviaba alguna persona, una señora, una muchacha, no había doctores, no había hospital, aquí en casas se aliviaban. Entonces para… duraban ocho días en cama, y ya este, a los ocho días ya calentaba el baño para que… antes era distinto, no como ahora. Antes eran los temazcales así redondos, pero cuando alguna persona daba a luz, entonces se elegía una persona que sea madrina del temazcal, entonces hacían un muñeco: sí era niña un muñeco de estropajo… y… y adornaban el temazcal arriba de la puerta ponían el muñeco, si era niña. Entonces, la que eligieron para que sea madrina, tenía que adornar el temazcal, tenía que comprar, este, yemas, una botella de jerez y también hacían una canasta estropajo para que allí echaran las yemas… un kilo compraban y lo echaban allí; entonces, antes que entrara la enferma al temazcal, le daban su vaso de jerez con yema y ya entraba y ya es como la bañaban, y en casa de el muchacho o del papá de la criatura, tenían que hacer mole, tamales… para cuando salieran del baño todos, ya llegaban a la casa del muchacho y a comer los papás de la muchacha, su tío, su tía invitaban.. tenían que ir a comer allá, pero hacían comida, mole, arroz, tamales… en aquel tiempo pulque, nada de cuba, puro pulque, y ya es como, ya este, bañaban la enferma y es cuando ya salían del temazcal, le daban de comer y daban las gracias porque ya cumplieron con el baño. Eso era antes y ahora ya no… y ahora sí ya va caminando la enferma, y antes no, con cuilote y un ayate, lo tendían y ahí se acostaba la enferma y lo llevaban al temazcal, y otra vez cuando salía lo mismo, lo traían a la casa, cargándola, dos personas lo cargaban, uno enfrente y otro atrás y lo ponían en el hombro el morillo, lo que le decíamos el morillo, que era un palo y ya lo traían a la casa, anteriormente, pero ahora ya, ya se acabó, dos tres días vámonos pa’ rriba y vete al baño, sí lo bañan, y sí no, pues ya no, eso fue lo de antes, era muy bonito, pero ahora ya se perdió todo.
(narrado por la señora Margarita Alarcón Salcedo, San Pablo Oztotepec, Milpa Alta)
¡¡¡citlaomariaste chalulini, climachalulini!!!
Antes nos decían… mis papases, pues mi papá un poquito hablaba, el que hablaba era mi abuelito, sí luego decía mi abuelito “xiciui teaxtli tlaxcalmana” ¿sabe qué quería decir? “apúrate que vas a hacer tortillas”, eso es lo que decía mi abuelito, decía que nos apuráramos porque íbamos a hacer tortillas…me apuraron porque “tiasti tilapayan” que quería decir “apúrate porque vas a amartajar”, eso es lo que decía, o por ejemplo, que dijera “traeme rebozo” “xicualican payotli porque nayontlabulu” quería decir de que “traeme rebozo porque me lo voy a tapar”… muchas cosas todavía, me acuerdo cómo hablaba mi abuelita, cómo nos gritaba, como cuando pasó el temblor. Cuando pasó una vez el temblor, entonces mi abuelita le dijo a un vecino “¡don Pedro, don Pedro! ¡citlaomariaste chalulini, climachalulini!” y empezó a gritar… y mi abuelita se hincó y dice “ave maría purisima”. Entonces ya pasó el temblor y le dice a mi tío “¡xicontipiatichnialá tiliá por eso chalulini!” y decía mi tío “centitu nanatzi para que… este tevancitonanantzi por eso chalulini” y… ¿qué le dijo? ¡pues vete a la mierda!. Sí, eso dijo mí tío, por eso, hay temblor dice “no… es que dios lo manda, que de por sí va a temblar…” y le dijo mi abuelita… se enojó y le dijo en mexicano “xiaomitla” le dijo “vete a la mierda” jajajajajajaja… y mi papá se reía de ellos porque, pus no era lo que decía mi abuelita, que porqué le rezongaba a mi tío, que por eso temblaba... mi tío le contestó “¿Qué, usted es virgencita?” para que usted va a usted a disponer que tiemble, porque le rezongamos y por eso vino el temblor… no qué” Sí, éso es lo que decía mi abuelita, y ya, le decía “xiciui, xiaon… este…Cuautla” le decía que se apurara porque tenía que ir al monte… sí, éso es lo que yo recuerdo, ya lo demás… uhhh, ¿cuándo acabamos? Jajajajaja… ¿cuándo acabamos? Por ejemplo… ya ve antes se tapaban gabán… y me decía mi tío “xicualican mo…no… notilman porque nicectli” ¿y éso? “no pues trae mi cobija porque tengo frío, me lo voy a tapar”. Ora para decir zapato… cómo se dice en mexicano zapato, un huarache, cómo se dice el zapato… por ejemplo, va usted a decir “trae mi zapato” pero en mexicano “xicualicac nucac”, el huarache también “xicualicac nutecac” es el huarache… y pues ya, ya no puedo decir más… porque como casi no lo hablamos, se nos va olvidando.
(anéctoda narrada por la señora Margarita Alarcón Salgado, Milpa Alta)
Reseña "Geografía lingüística" de Jorge Vivó
El autor hace un recorrido por todo el mundo a través de las lenguas vivas y muertas existentes (o que alguna vez existieron) en él. Antes de adentrar al lector en el tema, Vivó presenta una introducción al concepto de lo que es la lingüística (significado, objeto y campo de estudio), así como la distinción entre lenguaje (conjunto de procedimientos fisiológicos y psíquicos propio de los humanos para expresarse) y lengua (la utilización práctica de esos procedimientos) y la historia a lo largo de los cientos de años que han pasado desde su aparición (según él lo plantea, se habla de un lenguaje prehumano articulado que se remonta hacia 100 000 y 200 000 años atrás).
El desarrollo cultural del hombre fue posible hasta el surgimiento del medio de expresión ideal: el lenguaje. Éste, a la par de su evolución, sufrió cambios que derivaron en la formación de dialectos y, en casos más radicales, en lenguas distintas. Es así que nacen idiomas diversos que, para su clasificación, se agrupan en grupos lingüísticos cuyos integrantes comparten características fonéticas, morfosintácticas e históricas en común, mismas que se enlistan a continuación:
En el llamado Viejo mundo (Europa. África, Asia y Oceanía) se encuentran las siguientes familias: indoeuropeo, camítico-semítico, jafético, idiomas sudaneses bantú, khoisan, uralo-altaico, sino-tibetano, idiomas paleoasiáticos, coreano, japonés, mon-kmer, draviniano, malayo-polinésico, australiano, aino y papúa. En tanto, en el Nuevo mundo (América) se divide la totalidad de sus lenguas en veinte grupos lingüísticos: esquimal-aleuta, na-dené, alganquino-wakas, siux-hokano, macro-petuniano, macro-otomangue, tarasco, paya-lenca, chibcha-miskito, tupí-caribe, quechua-aymara, araucano, ges, tucano, pano, guaycuró, diaguita, charrúa, puelche y tehuelche.
Finalmente se ubica geográficamente a estas familias lingüísticas a los largo de todo el orbe, y junto con ellas, el sistema alfabético utilizado: latino, cirílico griego, sánscrito, arábigo y silábico chino, de los cuales el primero es el mayormente utilizado.
La primera edición de esta obra data de 1945, la que se reseña aquí es la décima (1966). Han pasado 43 años desde esta última y a pesar de ello, la información contenida en este capítulo (y en su mayoría la de la primera sección) no resulta ser tan antigua; caso contrario sucede con la segunda sección (Geografía económica) ya que ha habido innumerables acontecimientos económicos y políticos, que han cambiado el mapa mundial, distinto al que nos presenta Vivó. No obstante, no resultan ser obsoletos estos datos, pues son útiles para una posterior comparación entre distintos periodos mundiales.
Reseña "El sistema de posesión en amuzgo" de Susana Cuevas
Interesante artículo que expone la importancia de la diversidad de las lenguas dentro del desarrollo de la cultura de los distintos grupos étnicos no sólo del país, sino del mundo. Primero se hace una introducción a la relación lengua-cultura partiendo de la etnociencia, la cual investiga los conocimientos que el hombre pueda tener de la naturaleza y el reconocimiento del mundo que lo rodea, con lo cual clasifica y ordena a éste último, según sus normas sociales y culturales. De esta necesidad de clasificar y ordenas, surge otra más: la de nombrar a ese entorno.
Esta forma de nombrar nunca es la misma, pues ésta depende de la naturaleza de la lengua del individuo y, obviamente, del pensamiento particular que éste tenga; es por ello que la autora plantea que para poder entender una cultura, es necesario describir su lengua, pues cualquier elemento perteneciente a determinada cultura, es expresado directa o indirectamente a través del lenguaje. Debe entenderse que es el léxico sobre quien pesa esta carga y no la gramática. En este análisis, la forma estudiada es la de los posesivos de la lengua amuzga.
Antes de empezar con el estudio, se hace una introducción al concepto de posesión dentro de dos niveles: el lingüístico (relación entre un elemento X y uno Y) y el semántico (relación entre dos elementos desde un punto de vista cultural: la existente entre un individuo y sus pertenencias) dentro del cual ambos representan una relación entre un nombre y otro nombre.
En el sistema de posesión amuzgo se requiere de dos tipos de relación entre los miembros del grupo: inclusión y contraste. Esta relación se puede establecer por yuxtaposición de ambos nombres o bien, por medio de una partícula (llamada “relacionador” por la autora) que varía según el tipo de nombre que relaciona. Entre los grupos analizados (y su respectivo relacionador) se ubican:
1. Animales. Sólo pueden ser poseídos por personas. Se relacinan por medio de la partícula /cue/ cuando el nombre es singular, y /nue/ cuando es plural.
2. Nombres para parte y todo. Estos son sustantivos inalineables, es decir, corresponden a la parte de un todo como unidad y por lo tanto, siempre tienen que estar en relación sintáctica con su unidad; por ejemplo, las partes del cuerpo del sujeto, no es posible poseer (en ningún sentido) las de otra persona, sólo y exclusivamente las propias. En este caso, no es necesaria la partícula relacionadora, basta con la yuxtaposición de los nombres.
3. Parentesco. Al igual que el caso anterior, no hay relacionador que una los nombres.
4. Sustantivos inanimados. La partícula relacionadora generalmente es /na/ (la cual tiene la misma función de de en español: propiedad, posesión o pertenencia, etc.
Sería interesante hacer más estudios de este tipo pero analizando otras partes de la gramática amuzga tomando en cuenta la carga semántica de su lengua, para así, hacernos una idea sobre la cultura de esta étnica basándonos en el mero estudio lingüístico.
Reseña "Bibliografía sobre la castellanización de los grupos indígenas de la república mexicana (siglos XVI al XX)"
En su totalidad, este libro reúne una considerable cantidad de entradas bibliográficas (más de 2000) que reúnen muchos de los trabajos hechos desde el siglo XVI al XX relacionado con las lenguas indígenas del país. Las lenguas tratadas aquí son: amuzgo, chontal, cakchiquil, comanche, concho, cora, cuicateco, cuitlateco, chañabal (tojolabal), chatino, chiapaneco, chichimeca-pame, chinanteco, chocho, chol, chontal, chuchona, español, guazave, guarijio, huasteco, huave, huichol, ixcateo, k’mial, mame (teco), matlalzinca, maya, mayo, mazahua, mazateco, mixe, mixteco, náhuatl, ópata, otomí, pai-pai, popoloco, popoluca, quiché, quinigua, seri, tarahumara, tarasco, tepehua, tepeguán, tlapaneco, totonaco, tique, tzeltal, tzoltzil, yaqui, zapoteco y zoque. Las que atañen a esta Bibliografía… son los siguientes:
- Amuzgo. Muchas de las entradas corresponden a libros de cuantos y traducciones del evangelio y, a veces, biblias completas. También hay cartillas cuyo objetivo es el de enseñar a contar a los indígenas y practicar su lengua con el objeto de “mejorarla”.
- Cuitlateco. Sólo encontramos dos libros que hablan de esta lengua: el ya conocido de Roberto Escalante, El cuitlateco, y uno de Nicolás León, Vocabulario en lengua cuitlateca de Totolapan, Estado de Guerrero; no se hace mayor referencia.
- Chontal. Abundan las obras, sin embargo se refieren a las lenguas chontales de Oaxaca y Tabasco; la mayorñia trata temas hagiográficos, cuentos populares y algunas gramáticas.
- Español. Como es obvio, abundan las obras dedicadas a la lengua castellana; de entre todas las mencionadas, destaca de las Juan Romualdo Amaro, Doctrina extractada de los catecismos mexicanos…, que como su nombre lo indica, es una traducción de una doctrina escrita en náhuatl, con el fin de mejorar la instrucción de los indios. También destaca Juegos para aprender español, de Mauricio Swadesh, que contiene interesantes propuestas pedagógicas para que los indígenas aprendan de una manera fácil el español.
- Matlalzinca. Varias son las doctrinas, salmos y gramáticas que datan del siglo XVL y XVII escritos sobre y en esta lengua; las obras actuales rescatan estos mismo libros, con comentarios y explicaciones adicionales.
- Tarasco. Abundan las artes y vocabularios de la lengua tarasca escrita por numerosos frailes en misión. Las obras más actuales tratan sobre cuentos, cartillas para alfabetización y algunas ediciones comentadas de las artes de la época colonial.
- Tlapaneco. Los cuentos y traducciones bíblicas son los temas que abundan en los diez títulos que ahí se mencionan
Debido a la enorme cantidad de referencias bibliográficas, esta es una obra muy recomendable para todo aquel investigador interesado en el estudio de alguna de las lenguas aquí nombradas.
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